Vida Prozaica

No hay tiempo que perder y mucho que hacer y que comprar. Todo lo que es menos que genial no es aceptable, y la única palabra que aprendemos a escribir sin faltas es EXITO.

Este pensamiento anda flotando por muchos blogs, el sentimiento de que vivimos una vida rápida y precaria, saltando de día a día, de foto a foto, de libro a libro, sin la necesitada apreciación del momento, sin la introspección sobre nuestro propósito en la vida que nos cura y equilibra.

Hace varios años leí Listening to Prozac, y para mí fue todo un placer escuchar a Peter D. Kramer, el autor, un indivíduo muy interesante que escucha a muchos otros y a sí mismo. Me beneficié en gran manera de sus observaciones y las extrapolaciones de sus numerosas experiencias con sus pacientes a la sociedad de este siglo. Queremos ser lo que los medios de comunicación (TV, revistas, video juegos, publicidad) nos han dicho que debemos ser. Si no sabes al grado al que nuestra vida está influenciada por la publicidad y los anuncios, lee Deadly Persuasion. La recopilación de Kilbourne compilation de anuncios a través de los años y su análisis de como los medios han ido forjando nuestro pensamiento, lo que queremos ser, y cómo han pervertido en especial la figura de lo que una mujer aceptada debe ser, te tendrá leyendo y asintiendo a lo leído de principio a final. Siempre joven, guapa, importante, rica, popular, si trabajamos fuera de casa, ejecutivas agresivas, si estamos en el hogar, tenemos que cocinar como chefs, decorar como profesionales, y si educamos en casa, tenemos que criar niños superdotados, hacer, obtener, y blogear sobre todo…

La realidad virtual es PROZAICA, no hay lugar para el desánimo, para los deseos saludables de no hacer nada, de no ser productivo. Nuestras cámaras y editores de fotos son el botox de la vida, y muchas veces damos la impresión de ser alguien que no somos, y he de confesar que muchas veces me gusta ese «no soy yo» tipo de mujer.

No sé de primera mano lo que te hace el Prozac, pero muchos días mientras lavo los platos sueño con cómo sería mi vida si me tomara una de esas pildoritas. Imagino que no tendría que parar y decir una oración para controlar mi primer impulso de gritarle a las niñas por dejar caer una jarra de alcaparras que deja un aroma de vinagre en un suelo recién fregado a no ser que lo friegue otra vez.

Y llega mayo y miro por la ventana según frego los platos, y hoy no sueño con la pildorita de la felicidad, hoy escucho los pájaros y miro nuestro patio, nuestras pequeñas cosas que no son sustanciales pero sí esenciales en nuestro hogar. Hoy pienso en las que han cerrado o abandonado sus blogs y pienso en dejarlo también. Pero no puedo, necesito comunicarme, tengo que hablar. Supongo que lo que debo es intentar equilibrar mi vida prosaica y reclamar su derecho a existir en estos tiempos prozaicos.

Sinónimos de prosaico: ordinario, de todos los días, tedioso, cansado, sin interés, aburrido. De alguna forma todas estas palabras suenan ‘poéticas’ a su vez. Mira bajo la piel y te sorprenderás. Mi suegra vive en Malta. Su cocina es pequeña y acogedora. Tiene una pila donde el agua caliente se regula muy mal y te quema o no sale, la presión y el chorro de agua es escuálido y no tiene triturador como nosotros. Para colmo la pila da a la pared. Tiene un pequeño espejo colgado. Mi suegra es alta en sus convicciones, pequeña sólo en tamaño. Un día me preguntó si sabía por qué tenía ese espejo en un lugar tan raro, si pensaba que por vanidad. Para que engañarnos, yo trato de lavar los platos a la carrera y ni cuenta me dí del espejo. Entonces me dijo que bajara al nivel del espejo y mirase por él, que vería el océano, y CIERTO. No me preguntéis cómo en el segundo piso de un bloque de pisos en medio de muchos otros que bloquean la vista, si miras por un espejito en la pared podrás ver el Mar Mediterráneo. Mi suegra siempre me dice que ella intenta ver las cosas insignificantes y aburridas en la vida como nuevas y únicas y como algo que no se repite exactamente igual nunca más. Mi suegra sabe que Heráclito ya dijo hace mucho que ‘nunca nos meteríamos dos veces en el mismo río’.

(La primera foto es de un campo junto a nuestra carretera principal. Todo alrededor este mes de mayo está cubierto de estas flores amarillas divinas que son un manto tupido sobre la hierba. Cada día que paso gozo de una vista diferente de la misma belleza).