He vuelto

Queridos lectores:

Como quizá hayáis visto, estoy poco a poco volviendo a las redes. Poco a poco porque parece que este 2020 viene con más cosas que en el resto de los casi 50 años de vida que llevo en este planeta que Dios creó para nosotros. Vaya, todo pasa en el 2020, y en particular en Agosto. Qué mes tan lleno de bendiciones y tan ajetreado.

Varias personas del mundo de Charlotte Mason y en especial mamis de hogares cristianos, me han contactado en estos dos años de ausencia, y siento haber ignorado quizá o no atendido las peticiones. Ha sido por dos razones, una por falta de tiempo, otra por no pensar que tenía que ver con el mundo homeschooler, dado que este es el tercer año de escuela de las niñas.

Sólo educamos en casa hasta sexto y octavo. Para entender particulares y entrar en profundidad en la filosofía de Charlotte Mason en las edades intermedias y superiores, váis a tener que estar atentos y ved qué familias entre vosotros que están liderando con sabiduría y con gran corazón, llegan a esa fase y la continúan.

Siento que vuelvo en una función nueva de acompañante y de fuente de ánimos y guía quizá pero general. Pero antes que otorgarme estas funciones, deseo que sepáis que en mi siesta de bella durmiente, he despertado a un fenómeno que no me esperaba, -no lo esperaba por miope, vaya-, porque debí haber sabido que donde está una persona y una familia que tiene su vista puesta en el Señor, y que ha encontrado a Charlotte Mason, ocurren maravillas en todos los planos habidos y por haber.

A veces deseo tener más tiempo para poder entrar en todos los lugares donde estáis presente, y dejar una palabra de ánimo y ofrecer una oración por vosotros. Muchos hacen lo mismo por mí, por lo que os doy gracias. Quisiera mencionar nombres, pero es algo que me temo que va a dejar a personas importantes fuera, y voy a darle al botón de «publicar», y al segundo voy a lamentarme de haberme olvidado de alguien.

Charlando con una de vosotras, veo que hay varios medios, el conocido y recursivo Facebook, también está Instagram, podcasts, y muchos siguen escribiendo blogs. El enorme proceso de la traducción de la obra Charlotte Mason sigue vivo, y veo que los libros que dejamos han seguido siendo leídos, estudiados y aplicados, -que es lo que cuenta-.

Os doy permiso para que citéis o compartáis este escrito y todo lo que haya producido. Estoy en contacto con algunas de vosotras para proyectos que si Dios quiere ofreceremos en el futuro: podcasts, escritos, charlas, sesiones de ayuda. Lo que me vayan proponiendo y que yo pueda hacer.

A parte de decir que de alguna manera he vuelto, este artículo es para comunicar a la comunidad algo importante. La relación tiempo-dinero, y los incentivos y propuestas relativos al homeschooling y a Charlotte Mason.

Os comparto mi historia primero. Cuando me sumergí en este mundo, recibí tantísimo que no os podéis hacer una idea la de materiales, recursos y ayuda que el Señor puso en mi camino. Luego llegó el momento en que me ví con deseos y capacidad para ser yo quien generase recursos por los que recibir compensación. Algo de lo primero que encontré fueron enlaces a productos que recomendaba de Amazon, y Stephanie, con quien trabajé en el curso de Charlotte Mason de manera fácil, quien, por cierto, también ha terminado por presentarlo en formato de libro.

En el mundo de la educación y del homeschooling, no esperéis que haya un gran negocio monetario, -al fin y al cabo, somos todos familias en mayoría frugales y que vivimos con un salario. Incluso familias que tengan mucho, si son homeschoolers cristianos, como creyentes, serán personas que sirvan y trabajen para Su honra y voluntarios en muchas capacidades.

Cuando vemos una necesidad, es normal que, si podemos ayudar, lo hagamos. Igual que recibimos, otorgamos. Y también es normal que llegue un momento en que nuestros planes se vuelvan más precisos y que requieran de pequeñas inversiones de tiempo/dinero. Si es así, uno debe empezar entonces a requerir el pago por alguno de los servicios ofrecidos.

Mis amigas estadounidenses, cuando estuve involucrada en iniciativas con ellas, no dudan en asignarle un costo a ciertos emprendimientos, y donde se puede ofrecer un servicio por otro, también se hace, claro. Si no ponemos un precio que nos otorgue algún ingreso por determinados servicios, nos estamos perjudicando todos. Quien lo recibe y quien lo da. El que no «necesitemos» ingreso por nuestra labor es una falacia. Si un padre o madre homeschooler tiene «tiempo» para ofrecer algo consistente y bien preparado, lo hace seguro a costa de que su esposo o esposa está proveyendo todo lo demás (sea mediante un trabajo fuera del hogar, o dentro de él).

Cuando hay una parte de nuestro día en que empleamos nuestras habilidades en preparar y asistir a otros, y lo hacemos de forma profesional y comprometida, debemos ponerle un precio. Es una obligación moral que hay que mantener también para el consumidor. El cobrar por algo es un compromiso por ambas partes, quien ofrece, de asegurarse de que sea algo de calidad y digno de pagarse, quien lo adquiere, de prioritizar, ahorrar o destinar parte de los ingresos en obtener lo ofrecido.

No me arrepiento de todo lo hecho y ofrecido. Como digo, he recibido y recibo más de lo que ofrezco. Lo único es que mis experiencias remuneradas y gratuitas, me metí en ellas sin pensarlo un poco. Por eso, si de algo podéis aprender de mí, aquellos de vosotros que sóis líderes y que con cariño y esfuerzo desarrolláis iniciativas valiosas para la comunidad, haced el favor de cuanto antes, tened esta parte de vuestro quehacer como un pequeño negocio.

Yo pequé de hacer mucho yo sóla. Steve y yo somos así, y lo que es nuestra virtud en algunos momentos se vuelve una lacra. Hay que dar espacio y trabajo a otros, y todos debemos remunerarnos por aquello que ofrecemos.

Cuando se hace equipo y se incluye a más gente, se abarca más y se consigue algo de mejor calidad, y si para ello hay que gastar, es inversión que luego dará un extra, si no para el presente, queda para el futuro.

La parte gratuita y voluntaria siempre la ofreceréis, porque siempre hay mucho que uno puede acceder antes de que topar con algo por lo que tengamos que pagar.

Es cuestión de sentar unos límites, así sabremos mejor el tiempo que destinamos a nuestro pequeño «negocito», y el tiempo que estamos simplemente siendo de ayuda y servicio.

Cuidad a vuestros líderes, tenéis gente de mucho corazón e inteligencia. Animadles a que trabajen en algo que tenga proyección y llegue a muchos, y que les deje una pequeña inversión para el beneficio de todos.

Si puedo estar escribiendo esto es porque Steve trabaja, y yo también en este momento, y podemos dedicarnos a labores voluntarias administrando nuestro tiempo lo mejor posible.

¿Cómo véis? Podéis dejarme los comentarios que queráis. Si no respondo inmediatamente es porque de veras estoy super ocupada con un cambio de casa y comienzo de escuela.

6 comentarios en “He vuelto

      1. por qué tu libro está en scribd para descargar? Pensé que era una plataforma de subscripción. Alguien ha subido tu trabajo allí

        Me gusta

  1. Hola,Soy Mariela

    En las redes soy Mommy de siete soy esposa, madre de 7 y educo en casa desde hace 8años. Quiero que sepas que me da una alegría su regreso. Sabes que por ti fue que conocí a Charlotte Mason en este blog y adquirí el libro de Geografía Elemental que ustedes tradujo. Tengo el libro de Manera fácil y ahora por fin compré el de Mente a Mente. En Puerto Rico donde vivo no se conoce esta pedagogía y estoy comprometida a dar la conocer. Incluso hice una recopilación de poemas puertorriqueños e hice trabajos para copywork. Para mi familia y otras que quieran utilizarlo. Gracias, gracias.

    Le gusta a 1 persona

  2. Hola!! quisiera adquirir el libro «Geografía Elemental» de Charlotte Mason, en español. Soy de Argentina. ¿Cómo puedo hacer?. Muchas gracias!.

    Me gusta

Replica a MARIELA Cancelar la respuesta